martes, 23 de abril de 2013

VIDA COTIDIANA DE MEXICO MODERNO


No es que los conflictos sociales hubieran acabado, pues el conflicto es una de las características de la vida en sociedad; pero en general, la vida de las personas transcurría de manera pacífica.

La manera de vivir cambió para muchas personas, aunque algunos prosiguieron viviendo de manera similar a la que tenían antes de la Revolución, esto principalmente en el campo.
Como consecuencia de la lucha armada, mucha gente se fue a vivir del campo a las ciudades y de esta manera poco a poco fue creciendo la clase media integrada por obreros calificados, comerciantes y profesionistas.
En las ciudades, la vida se modernizó y las personas progresaron notablemente; sin embargo, en el campo la vida siguió siendo difícil y muchos campesinos, a pesar de todo, vivían en la pobreza.
El número de habitantes de las ciudades aumentó y fue necesario construir más casas. Entonces aparecieron edificios que antes no se acostumbraban en México: los multifamiliares.
Anteriormente, muchas familias vivían en vecindades; éstas tenían uno o varios patios alrededor de los cuales estaban las casas o departamentos.
Los patios eran espacios de uso común; ahí se encontraban los lavaderos donde, entre tendederos y ropa al sol, las vecinas platicaban mientras lavaban.
Por supuesto, aunque eran muchos, todos los niños de la vecindad se conocían porque después de ir a la escuela y ayudar en los quehaceres de sus casas, se reunían a jugar en los grandes patios de la vecindad.
Ahí podían divertirse jugando a "las escondidillas" o al "bote pateado" sin peligro de que los atropellara un carro o se los llevara un "robachicos".
Cuando había fiestas, éstas se organizaban en los patios y eran invitados todos los vecinos de la vecindad. Las posadas eran divertidas y algunos llevaban la piñata, otros la fruta, otros el ponche y, así, todos cooperaban con lo que podían.
Cuando la ciudad creció y surgieron los multifamiliares, las avenidas y los peligros de las grandes ciudades, la vida en común se hizo difícil y las personas no pudieron relacionarse tan fácilmente como antes.
Poco a poco la vida en las ciudades se fue modernizando y en las casas aparecieron artículos hasta entonces desconocidos.
Las hieleras tuvieron que ceder su lugar a los refrigeradores, y los molcajetes a las licuadoras.
Cuando la electricidad y el agua potable se extendieron por casi toda la ciudad, planchas, lavadoras y todo tipo de aparatos eléctricos se hicieron parte de los objetos cotidianos en los hogares citadinos de México.
Ya que se abrieron muchos empleos, los ingresos de la gente mejoraron y muchos pudieron adquirir automóviles. El auto pasó a ser uno de los principales personajes de la ciudad y obligó a las ciudades a transformarse en enormes autopistas que dieran paso a los vehículos.
Las calles dejaron de ser empedradas y el asfalto las cubrió por completo. La vida moderna se abría paso en las ciudades y el estilo de vida de los mexicanos se fue transformando.
El plástico, las fibras sintéticas y los productos industrializados hacen su aparición, a partir de 1940, los productos hechos de plástico cobraron popularidad. Muchos objetos que antes se hacían de barro, mimbre o lámina empezaron a producirse de plástico y a fabricarse en serie.
Por su novedad y bajo costo, los platos, tenedores, canastas, cubetas y otros objetos de plástico de colores brillantes fueron ocupando los lugares preferidos de chicos y grandes.
Todo cambió; hasta la ropa dejó de ser de telas naturales y se fabricó entonces de dacrón y otras fibras sintéticas.
La participación de las mujeres fue muy importante durante la Revolución. En ninguna otra parte del mundo se había visto que las mujeres tomaran parte en las acciones armadas. En cambio, en México se les podía ver en los campos de batalla como soldaderas y hasta como coronelas combatiendo con igual fiereza que los más valientes soldados o "pelones".
Después de la Revolución, con la modernización del país, se dio mayor reconocimiento a la importancia que tienen las mujeres en el desarrollo de la sociedad; incluso, en 1953 se autorizó el voto femenino, y con él la posibilidad de que en nuestro país pueda haber presidenta. Cada vez mayor número de mujeres ingresó tanto a las universidades como a las escuelas de estudios superiores. Entonces hubo doctoras, maestras, secretarias y todo tipo de mujeres profesionistas que han venido aportando su inteligencia y su trabajo al país.

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